¡Hasta luego (frágil) corazón!
...fue bonito el concederme
una mísera oportunidad,
y enseñarte muy de cerca...
mas no basta sino para dejarme
aún más vendido en tiempos de miseria.
Jamás renunciaré a lo hecho,
negaré de lo vivido,
dejaré de guardar como un tesoro
todo lo mucho compartido.
Mas blanco o negro me levanto
y no valgo descolorido,
y así deseo seguir haciendo
aunque me cueste el camino.
Por ello día a día
y como dijo un buen amigo:
"sólo la muerte es cierta"
y me rebelo a mi destino;
pues si tonto no me hice
y aún conservo perspectiva,
y en este baile de máscaras, falso,
zafio y de traiciones...
no me engaño con mentiras,
medias risas y tentaciones...
distorsión de realidad,
propia de funambulistas,
reino de titiriteros...timadores, ilusionistas
que engañan a la vida primero...
¿cómo es posible equivocación
ante la certeza de todo mi ser?
a falta de explicación,
sé que no lo es.
Por ello aunque no me guste,
soy consciente de mi regreso
(cabeza baja y humillada)
a los dominios de mi amada y
triste madre soledad.
Y a brazos abiertos acogido,
asumo la regañina y
su consiguiente penitencia...
por querer ilusionarme,
y alejarme de mi sino...
ahora me veo obligado a
recubrirte de nuevo
al abrigo de corazas,
al refugio del dolor...
¡Hasta luego (frágil) corazón!
1 aprendices comentan:
Cierto es que no hay nada tan cierto (o únicamente cierto) como la muerte. Por eso hay que mantenerse despierto para saber aprovechar, cuando pase a nuestro lado, la suerte. Hay que ir a muerte a dar un golpe de timón y cambiar la dirección que nos lleva al naufragio de nosotros mismos, pero con la inseguridad que da no tener una quilla en el culo.
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